Las continuas lluvias que cayeron sobre Buenos Aires provocaron inundaciones y generaron caos en toda la Ciudad. Palermo fue uno de los barrios más afectados. Expertos aseguran que la construcción de torres eliminó la existencia de grandes terrenos absorbentes, como así también se redujo la cantidad de espacios verdes. Estas serían algunas de las causas por las cuales se saturan los drenajes.
Vecinos varados con el agua apunto de entrar a sus casas, personas sin posibilidad de llegar a sus hogares, cortes no programados de luz, autos dañados o flotando en un inesperado río son parte del panorama que vive el barrio con cada fuerte tormenta.
Los funcionarios del gobierno proponen obras hidráulicas que tardan en llegar y los políticos opositores utilizan el problema para tomar rédito a días de las elecciones.
El ministro de Obras Públicas de la Ciudad, Juan Pablo Schiavi, destacó que a mediados de este año comenzará la construcción del canal aliviador del arroyo Maldonado. Este arroyo entubado cuando colapsa inunda indefectiblemente la Avenida Juan B. Justo. Es curioso que en esta avenida dos empresas constructoras iniciaron sus obras, una de ellas a punto de terminar dos gigantescas torres de 45 pisos. Las profundas excavaciones y las bases de hormigón que se necesitan para sostener estos inmuebles atraviesan las dos primeras napas de agua imposibilitando un rápido escurrimiento de los terrenos absorbentes. Las empresas inmobiliarias llaman a la zona Palermo Boulevard, la que posee cinco lujosas edificaciones por estrenar y un hospital privado con los mejores servicios, para los ciudadanos que puedan pagarlo. Ante este avance inmobiliario, la Asamblea Permanente por los Espacios Verdes Urbanos (APEVU) le propuso al gobierno porteño parar de construir, frenar la impermeabilización del área y crear un lago regulador sobre la abandonada playa ferroviaria de Palermo.
Por otra parte, en los alrededores del Hipódromo de Palermo las inundaciones afectan cada vez más a los vecinos. La Asociación Amigos del Lago de Palermo denunció la construcción de una playa de estacionamiento subterránea en el interior del Hipódromo porteño, estas obras van en contra del Código de Planeamiento Urbano que cataloga al Parque Tres de Febrero como área de Urbanización Parque (UP) y al predio hípico como Área de Protección Histórica (APH). La impermeabilización de 10 mil metros cuadrados de asfalto y hormigón, al no tener el drenaje natural que poseía esa porción de tierra, provocaría mayor anegamiento de las calles aledañas.
Las construcciones no se detienen, ni los derrumbes (como ocurrieron en Caballito o en Parque Chacabuco), ni las inundaciones parecen ser las señales correctas para que los gobernantes controlen y regulen las obras en la Ciudad.